Sentimientos prohibidos

CAPITULO 11

‘‘TANTO SUFRIMIENTO NO VALE LA PENA’’

Dos días en casa, sin despertar, son eternos, pero lo mas horrible es no saber lo que pasa a tu alrededor…la muchacha solo descansaba en su profundo sueño, que se hacia mas eterno que nunca…Lu, estaba preocupada porque su hermana ni siquiera abría los ojos…

Lucia: no despierta…

Edward: esta muy cansada…

Lucia: pero ya lleva dos días…

Edward: tú sabes…es…

Lucia: es que?

Edward: nada…

Elena: Buenos días! – Estaba parada frente a ellos. – Porque me miran asi?

Lucia: por nada…que bueno que despertaste, estábamos preocupados….

Elena: no recuerdo que me ocurrió, no se, mi mente esta en blanco…me pueden decir…

Lucia: mejor no…no recuerdo tampoco…

Elena: ah! Bueno, entonces iré a darme un baño y a cambiarme para ir a estudiar…

Edward: no vayas! Mejor descansa…

Elena: y porque?

Lucia: porque…porque…has estado enferma…

Edward: como te sientes?

Elena: regular…

Edward: que bueno…

Tocaron la puerta y Edward se dirigió a abrir ¡Ah, tan caballeroso!

Nate: Hola, y ¿Elena?

Edward: aquí esta… ¡adelante!

Nate: claro…

Entraron y se acercaron hacia las muchachas que estaban sentadas conversando…el rostro mostraba la piel mas pálida que nunca, sus labios habían perdido algo de color pero aun asi no se notaba mucho, su aspecto era el de una chica que ha pasado meses enferma…Nate se sentó junto a ella, para estar mas cerca de la calidez de su cuerpo…acaricio sus mejillas con cariño…como si en verdad la amara ¿será posible? No lo se…su hermana y Ed., se trasladaron a la cocina…

Nate: no has llegado estos días a estudiar ¿Qué te paso? Princesa…

Elena: he estado enferma, eso es todo…

Nate: con razón…Jane, tampoco ha ido, igual el estúpido de Bill…

Elena: no fue?

Nate: no, menos mal…

Elena: ya! No sigamos hablando de el…

Nate: como quieras…

Elena: iré por algo de beber ¿te apetece algo?

Nate: no, pero gracias…aquí te espero…

Elena: ok!

Se dirigió sigilosamente a la cocina donde escucho tres voces que hablaban casi en susurros, por eso decidió acercarse a escuchar un poco, tenia que agudizar el oído sino se quedaría sin información…la tercera voz le era muy familiar, pero cuando trataba de recordar no veía nada…

Bill: para que querían verme?

Lucia: porque tenemos que decirte algo…

Bill: escucho…

Edward: recuerdas aquella noche donde tú y Elena…ya sabes…

Bill: si, fue donde…

Lucia: donde tu terminaste de destruir su vida…donde la sumergiste en el dolor absoluto…

Bill: no entiendo…

Lucia: digamos que muy pronto mi hermanita, tendrá una pancita ¿me explico? – Dijo un poco enojada.-

Bill: no muy bien…

Edward: es difícil de explicarlo, ya que nosotros estamos a cargo de ella…

Lucia: si! A cargo de que no sufra, porque papá me lo pidió…

Bill: díganme…no comprendo…

Lucia: bueno, digamos que la dejaste con un bebé…

Bill: un bebe?

Lucia: si! – Pronuncio sarcásticamente. – Un bebe tuyo…

Bill: y ya lo sabe?

Edward: aun no…

Lucia: y que piensas hacer? ¿Volverás con ella?

Bill: no puedo…

Lucia: la dejaras, sabiendo esto?

Bill: es que no puedo volver con ella…

Edward: pero es tuyo…

Bill: y no lo dudo, pero…

Lucia: según tu, ‘‘amas a Natalia’’

Bill: yo no puedo hacer nada…déjenla con su hijo, que se marche…

Lucia: si! Suyo nada mas…tu no te mereces el amor de Elena,  y mucho menos al bebe…

Elena estaba helada, paralizada escuchando, no podía creerlo ¿un bebe?  De verdad cambiaria su vida  por completo  ¿o no? Decidió encararlos, y entro en la cocina, enojada, y triste a la vez con ellos, y más con aquel hombre…

Elena: por que no me dijeron nada?

Lucia: no queríamos alterarte…

Elena: pues lo hicieron…y tu, Bill, ¿que haces en mi casa?

Bill: tenemos que arreglar algunas cosas...

Elena: no tenemos nada que arreglar, lo tengo todo claro…y me doy cuenta que jamás te importe…no puedo creer que haya sido tan imbécil como para creerte todo lo que me decías…todos son iguales, tu eres igual al idiota de Alex, ese idiota que tambien me hizo sufrir…

Bill: déjame explicarte…tenemos que hablar sobre nuestro bebe…

Elena: nuestro hijo? Lo que tú dijiste que no llegaría a pasar…

Bill: entonces perdóname…

Elena: jamás lo hare…y no se porque quieres que te perdone, si tu nunca me has amado…

Bill: yo…

Elena: tu  nada…sabes que? Por mi, váyanse todos al demonio, no quiero saber nada de nadie…tu, principalmente, tu Bill, eres un estúpido, solo quisiste jugar con mis sentimientos, eso es lo que adoras, lastimar a las demás personas que te rodean…

Bill: pero…

Elena: no eres nada de mí, y de mí bebe, menos, yo puedo sola con el, no te necesito…

Bill: si me necesitas…

Elena: te equivocas, la vida me ha dado tantas palizas, pero ahora no lo voy a permitir, no voy a permitir que me quiera hacer daño otra vez…yo he aprendido a enfrentar las cosas sola…

Bill: pero tal vez ahora no puedas…

Elena: claro que puedo, tu lo que quieres es hacerme sufrir mas…pero no te lo voy a permitir…