SENTIMIENTOS PROHIBIDOS 1TEMP
El Néctar de la vida se seco,
Las palabras contaminadas, hechas para herir,
No creo en milagros, nunca lo hare, tan enferma de ti.
Solo quiero ver la noche y en su oscuridad, y entre los infiernos.
Esa dulce mermelada roja…
El cielo se abre ante nosotros…
Personajes:
Bill Kaulitz.- vampiro del clan Kaulitz es el segundo líder.
Elena.- Chica rebelde y malcriada se enamora del vampiro Bill.
Tom Kaulitz.-vampiro y hermano de Bill.
Lucia.-hermana de Elena un poco rebelde pero estudiosa.
Edward.-vampiro y primo de Bill y Tom viven juntos.
Jane.-amiga de Elena.
Elizabeth.-madre de Elena y Lucia.
CAPITULO 1
‘‘PASADO EN SOMBRAS’’
Con el tiempo, las historias se vuelven menos creíbles para el resto de las personas; sin embargo, hay situaciones que aunque los demás no lo crean uno mismo si lo vive aunque parezca una locura de las más grandes que uno pudiera escuchar.
Hay leyendas que la gente cuenta, pero que la mayoría no las cree porque nunca las han vivido, los únicos que las creen son las que la han vivido en carne propia sin poder cerrar los ojos y negárselo para pasar a ser parte de sus recuerdos o su vida.
Una estudiante de 19 años, muy hermosa y de aspecto un poco severo; ojos color café y cabellos negros, estudiante en la universidad de Oxford en Inglaterra en la carrera de Relaciones Internacionales. Su comportamiento era rebelde con la excepción de que era inteligente y excelente estudiante; vivía solo con su madre, ya que su padre había muerto; ese era el carácter de rebeldía; hasta que conocía a su primer amor, un amor que la llevaría en un futuro a ser una mujer sin amor que brindar a su prójimo.
Una noche rodeada de neblina, Elizabeth salió de su casa a tomar aire y relajar su mal estado de carácter; camino sobre la hierba oyendo cada uno de sus pasos en total distracción; sin un rumbo fijo siendo esto lo que menos le importaba. Su caminata finalizo cuando se hubo adentrado al centro del bosque en donde una preciosa luna se mostraba en los cielos; pero, eso no era lo único que allí había; una figura en sombras con una capa negra totalmente quieta como una estatua miraba la luna sin percatarse aun de la persona humana que estaba allí. Elizabeth sintió escalofríos y un poco de miedo, pero su curiosidad pudo más que su miedo.
-¿Quién anda ahí? – pregunto Elizabeth con una voz segura y profunda, pero no provoco que la figura volteara.
-Un ser que observa la luna tratando de descifrar que ven los humanos de hermosa en ella. – contesto el misterioso, Elizabeth se sorprendió de la voz que era profunda y aterciopelada provocando que sintiera cosas extrañas en su interior empujándola a una debilidad desconocida hasta para ella misma.
-¿Un ser? Hablas como si no fueras un humano.
-Es que no lo soy.
-¿Qué eres entonces?
-¿Crees en los…vampiros?
-¿Estas tratando de tomarme el pelo? Dime ya, ¿Quién eres?
-Puedo demostrar lo que digo, tu nombre es Elizabeth, ¿no es asi?
-¿Cómo lo sabes?
-He estado al pendiente de ti todo este tiempo, cuidando de tus sueños viendo la rebeldía que demuestras todos los días, pero que debajo de esa cara de niña mala, se esconde alguien que teme demostrar su verdadero ser. – hablo el joven vampiro de una manera lenta como si recitara un poema, la joven no resistió este magnetismo y comenzó acercándose al vampiro sin importarle lo que era el.
-No se de que me hablas, yo no oculto nada. Todo lo contrario, el que se oculta aquí eres tú.
-Puedo demostrarlo. – el joven se quito la capa dando a conocer su angelical rostro como si no fuera un vampiro, ojos profundos invitante a pecar hasta la chica mas decente. De una manera ágil se acerco a Elizabeth quedando sus rostros muy cerca. – Voy a demostrarte la verdadera mujer que eres. – No dijo más y la beso con una pasión que parecía eterna, la chica era inevitable que pusiera resistencia ante la inmortalidad.
Un tiempo después, Elizabeth se enamoro de ese, se veían en las noches viviendo momentos románticos; aunque, el joven vampiro jamás había querido llegar más allá de los besos.
Un día el vampiro desapareció sin decir nada…para ella eso fue lo peor, sentía que todo se le venia abajo. Ya no supo mas de el como si la tierra se lo hubiera tragado.
Con el tiempo Elizabeth tuvo 2 hermosas hijas de diferentes hombres, pero las niñas se querían.
Su hija mayor era la hija de un demonio y su segunda hija era de un humano, con el que vivió por un tiempo. Ellos se separaron y las niñas crecieron con su madre quien se volvió ambiciosa y un poco despreocupada con sus hijas.

No hay comentarios:
Publicar un comentario