CAPITULO 2
‘‘CUMPLIR UN TRATO’’
‘‘DEJE DE AMARLA’’
‘‘NO QUIERE VOLVER A VERTE NUNCA’’
Lucy: hermana, al fin decides bajar…
Elena: no me siento cómoda con todo esto…
Edward: tendrás que soportarlo porque Lu, no te dejara que pases encerrada. – Dijo con una sonrisa en sus labios. –
Bill: y la persona que me dijiste? Tom…
Tom: no lo se…estaba aquí…
Jane: se fue pero dijo que mañana volvería…no me impresiona que sea una loca…
Lucy: digo lo mismo…a mí me dio la impresión de otra cosa…
Edward: claro que no, es muy simpática…
Tom: cierto, y es linda…
Jane: si, porque son hombres, y son estúpidos…
Asi pasaron esas dos parejas, discutiendo sobre esa chica, diciendo que era una loca, que era hermosa, en fin, tantas cosas…
Elena cenaba en el comedor, había perdido el apetito asi que no quería probar nada, estaba más delgada que nunca, y eso le preocupaba a Bill, no le gustaba verla triste.
Bill: Elena, tienes que comer algo…
Elena: pero, no quiero, deberás, no tengo hambre…
Bill: si no comes, te enfermaras…
Elena: no me importa…
Bill: pero a mí si…no me gusta verte asi…
Elena: no insistas, por favor…
Bill: pues si lo hare…
En esa oportunidad Bill empezó a darle de comer aunque ella no quisiera, era como si tuviera a una niña a su lado, tenia un aspecto más tierno, esa mirada triste y dulce a la vez que le decían cuanto lo necesitaba en esos momentos, cuanto necesitaba que estuviera junto a ella…
Elena: ya no. – Le apartó la mano con el cubierto. –
Bill: hazlo, necesito que estés fuerte por mí…
Elena: te necesito…
Bill: y yo a ti…por eso quiero que estés fuerte…
Elena: estoy bien…
Bill: no lo estás, mírate, estás más delgada…
Elena: y por eso ya no me quieres…
Bill: si te quiero, te quiero por como eres, no importa si a veces te comportas como una niña malcriada, asi me provocas más, y me das motivos para tomarte en cualquier lugar…
Elena: estás loco…
Bill: si, loco por ti…
Se inclinó un poco para plantarle un gran beso, estaba decidido a tomar posesión de hacerla suya, ahí sobre la mesa del comedor, y no importaba si los demás los veían, solo se dejaban llevar por cada beso, era algo bueno, porque asi ella ya no pensaba en la bebé…algo que la hacia olvidar, sus besos, las caricias, el como la hacia sentir, como hacia que se estremeciera, le sacó con cuidado las bragas, no fue difícil, hacerlo porque llevaba una minifalda, hasta que por fin tomó lo que él deseaba, a la chica que lo hacia suspirar, ella lo besaba como si no quisiera soltarlo…
Bill: te gusta mucho estar conmigo ¿verdad?
Elena: - Rio con suavidad. – Mucho, pero, a ti, te gusta tambien. – Siguió besándole el cuello. –
Lastimosamente el teléfono los interrumpió en el momento más inoportuno, Bill, rápidamente colocó sus pantalones en su lugar y se dirigió a contestar la llamada.
Bill: diga?
Nate: hola, Bill, ¿no me reconoces?
Bill: claro que si, no soy tonto…
Nate: estoy viéndote, y estás rompiendo el trato…
Bill: donde estás? – Preguntó mirando hacia la ventana. –
Nate: no tiene importancia, solo quería que recordaras nuestro trato y lo estás rompiendo…
Bill: como lo sabes?
Nate: porque te estoy viendo ya te dije, y para que veas que no miento…estás frente a la ventana mirando hacia el bosque y Elena está colocándose sus bragas rosa, y se ve tan bien en ellas, como siempre, que más quisiera yo que tocar ese hermoso cuerpo…
Bill: ni se te ocurra hacerlo…
Nate: más bien, tú no te le acerques, aléjate de ella, o seré yo quien lo haga, piénsalo bien, te estoy dando otra oportunidad, dado que ya estás rompiendo el trato…
Bill: yo no hice ningún trato contigo…
Nate: pero yo si, y soy capaz de cumplir si tu rompes el trato…asi que ya lo sabes, quiero que le digas que no la amas, que no la quieres ver más, que te casaras, no se…invéntale algo que la aleje de ti…
Bill: como podría decirle eso…
Nate: prefiero que sufra que verla a tu lado…
Colgó la llamada antes de que le dijera algo más, no podía creer que tenia que alejar a Elena de su lado para protegerla, rompiendo su corazón, con las palabras más crueles, pero decidió que se lo diría al día siguiente, quería pasar los últimos minutos con el amor de su eterna vida antes de terminar que ella lo odiará por haberla engañado, lo cual no era verdad, pero esa era la única opción que tenia, alejarla de él o permitir que Nate le hiciera daño; preferiría mil veces su odio y era precisamente lo que iba a hacer…
Estaba sumido en sus pensamientos cuando sintió unas manos cálidas en su pecho y el cabello rojo que acariciaba sus mejillas…
Elena: quien era? Cariño…
Bill: nadie importante…
Asi se estuvieron un buen rato, Elena abrazando por detrás a Bill, con sus ojos verdes cerrados como si estuviera durmiendo, su respiración podía sentirse agitada…
El frio que hacia helaba sus suaves y blancas manos…sin decir nada retiró sus manos y la cabeza del cuerpo de Bill, no comprendía porque de la frialdad de él, después de la llamada…Elena decidió salir del comedor e ir a su habitación dejándolo solo…
Bill: tengo que lastimarla para que Nate no le haga daño…
Natalia: hoy no has hablado conmigo. – apareció de repente a su lado. –
Bill: bien, podemos hablar ahora…
Natalia: bueno, estaba pensando que…que deberíamos, no se, ¿casarnos?
Bill: está bien…
Natalia: no pensé que aceptarías…
Bill: y porque no? Eres mi pareja…
Natalia: claro…
Bill: cuando quieras…
Natalia: en tres días…
Bill: ok!
Al día siguiente:
Las horas habían pasado rápido, Elena estaba en su casa arreglando sus cosas para marcharse, las palabras hirientes ya habían sido dichas, cada vez que una lágrima caía de sus ojos las limpiaba y otra volvía a derramarse, no podía dejar de llorar, trataba de no pensar en ello pero era imposible…
Llevaba la misma ropa que uso después de que Bill le confesara que era un vampiro, los pantalones y el suéter negro con las botas del mismo color, un gorro y los guantes morados…
Salió de la casa con todas sus cosas, ya había un taxi esperándola bajo la nieve, ya no volvería a ver su clima favorito, le cedió las cosas al conductor para que las metiera en la cajuela…
Jane: Elena, por favor, no te vayas…
Elena: yo ya no tengo nada más que hacer aquí…
Lucy: hermanita, no hagas esto…
Elena: ya está dicho, y no te preocupes, papá me recogerá en el aeropuerto…
Jane: te voy a extrañar…
Elena: yo tambien, las extrañare a ambas…
Lucy: envíale saludos a papá…
Elena: lo hare…bueno, ya es hora de irme…
Lucy: adiós…
Jane: cuídate…
Dichas las palabras, subió al taxi, y poco a poco fue tomando camino…la nieve no dejaba de caer…Elena limpio la ventanilla para ver claramente como se alejaban…
Llego al aeropuerto no espero en abordar el avión directo a Paris…En todo el camino fue durmiendo…
Jane y Lu, iban entrando en la casa de los tres vampiros, al solo ver a Bill la hermana de Elena le dio un gran golpe en la cara…estaba que hervía de lo furiosa…
Lucy: por tu culpa, Elena, se fue…
Bill: asi que, se fue. – Realmente estaba triste. –
Lucy: oh! Y dijo que te odia, que no quiere volver a verte nunca…
Bill: eso te dijo?
Lucy: si! Eso me dijo, no sabes lo triste que estaba…Le mentiste, la volviste a ilusionar, arrebataste toda su felicidad…
Bill: no era mi intención…
Lucy: cállate! Que lastima que no supiste darle amor, porque ella si aprendió a amarte…has sido la desgracia de su existencia…
Jane: vamos a descansar, Lu…
Edward: si, amor, ve a descansar, ya llego…
Lucy: bien. – Se alejo hacia las escaleras dejando solos a los muchachos. –
Edward: me puedes explicar que significa todo esto?
Tom: dinos, porque no entendemos…
Bill: deje de amarla, ¿felices?
Tom: ay, por favor, eso no te lo crees ni tu mismo…
Edward: no te creo…no creo que te hayas enamorado de Natalia…
Bill: pues asi es, porque nos vamos a casar…
Tom: espero que no la hagas sufrir como lo hiciste con Elena…
Paris 2:36 am
Al llegar al aeropuerto de Paris, empezó a buscar a aquella persona pero no la encontraba, pensó que no había llegado, se sintió decepcionada…hasta que un muchacho muy apuesto se acercó a ella, su cabello lo llevaba hasta el cuello con algunas puntas al aire, y era negro, con un pequeño mechón en la cara la piel era mu blanca y daba con la ropa que llevaba, que era todo negro, no dejaba ver sus ojos por unas tontas gafas…Al instante en que la vio, se enamoró de ella, y deseó que fuera la persona a quien buscaba…
Lucas: tú eres Elena?
Elena: si, soy yo…
Lucas: te estaba esperando, acompáñame…
Elena: claro…
Lucas: permíteme que lleve tus maletas…
Elena: gracias…
Caminaron entre toda la multitud de gente…
Lucas: no me he presentado…mí nombre es Lucas…
Elena: mucho gusto, pero, ¿adonde vamos?
Lucas: es una sorpresa…
Llegaron hacia un carro negro muy hermoso, Lucas, le abrió la puerta ¡Que caballeroso! Entró y se encontró con un hombre cuyo aspecto era igual al de Lucas, y el vestuario tambien, cuando se quitó las gafas, Elena enseguida lo abrazó, por fin dejo ver sus ojos, eran verdes como los de ella, pero el cabello negro…
Elena: papá, te extrañe tanto…
Adrian: yo tambien, mi pequeña Elena…
Elena: no sabes como me has hecho tanta falta…
Adrian: pero ahora estamos juntos, y tu madre no podrá alejarnos de nuevo…
Elena: no quiero volver a perderte…
Adrian: - Se apartó de ella. – Has cambiado tanto desde la última vez que te vi, ya no eres aquella niña traviesa que le gustaba escaparse de casa…
Elena: si, tenia apenas 5 años…
Adrian: Elisa, me contó que te habías vuelto muy rebelde y que incluso te metías porquerías…
Elena: asi es, no te lo voy a negar, pero todo lo hice porque me alejo de tu lado…
Lucas: ustedes dos tienen muchas cosas que contarse…
Adrian: claro, y tambien habrá tiempo para que ustedes dos se conozcan…
Lucas solo la miraba con dulzura, con ganas de besarla aunque la hubiera conocido hace unos pocos minutos…



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